1.5.08

Niebla, primera parte(?)

Niebla es una novela (o una nivola, mejor dicho) de Miguel de Unamuno. Myst es una aventura gráfica sin la más mínima relacion a la novela, que menciono sin razón alguna más que como excusa para ilustrar el post con una imagen. El juego nunca despertó mi atención. La novela es una de las pocas cosas que rescaté de mi breve y absurdo paso por el profesorado en Castellano, Literatura y Latín...

No, no voy a hablar sobre la quema de pastizales y el humo que asedió la ciudad hace dos semanas. Ese ya es un tema viejo. Y aunque fuera actual, en este blog no se desarrollan temas de actualidad. Ni temas serios. Este post es pura asociación libre de ideas...

Niebla, temas serios, literatura, actualidad, blog... escribir, pasado, informática, trivialidad, ¿claridad? No, más niebla...

Entré al profesorado desencantado de la ingeniería (a la cual había entrado desencantado del diseño), y al desencantarme brevemente de él, volví a mi carrera anterior sólo para desecantarme de ella otra vez y perderme en la niebla...

Pero no puedo ponerme "serio" al respecto, por más que mi aspecto diga lo contrario. Simpre luche contra mi seriedad aparente (aunque claro, es un lucha tan verosímil como la de Bridget contra su feminidad...). La gente cree que soy serio y que soy inteligente, sólo por mi aspecto de nardogeek y por ser callado...

Supongo que soy más serio que el común de la gente... digo, no me río con Tinelli, y no me divierte el ridículo, pero eso no debería ser para tanto, o sí?

Y luego está esa imagen de bohemio intelectual... esa mentira que a veces hasta soy tan idiota de creerme yo mismo... dicen que hay que engañarse para engañar, sí, pero yo nunca (creo) me puse como objetivo una cosa ni la otra.

A mi nunca me gustó leer demasiado. De hecho, el primer libro que nos mandaron en la secundaria, Relato de un Náufrago, me aburrió tanto que lo largué sin llegar a la mitad y se lo dí a mi vieja para que lo leyera ella y me hicera un resumen. De más está decir que aprobé sin problemas todos los exámenes basados en el mismo y mi grupo de trabajos prácticos nunca sospecho que jamás lo terminé. Y no me arrepiento, no tengo el más mínimo interés en terminar de leerlo, podría morir ahora mismo que eso definitivamente estaría al final de la lista de mis posibles cuentas pendientes.

Este texto, sin ir más lejos, de leerlo en voz alta encontrarían infinidad de cacofonías. Por no mencionar la falta de acentos, las comas desubicadas y el hecho de que caprichosamente decido cuando usar signos de admiración y exclamacion iniciales de acuerdo a al "efecto visual"(?), sea lo que sea que quiero decir con eso...

Peor aun, en mi casa hay de esas colecciones de libros que se ven bonitas en la biblioteca pero que son veriones resumidas... colecciones que en su mayoría no he tenido ganas de leer... meros adornos... Sí, señores, soy un fraude! Y orgulloso de serlo!

Es todo un mérito, eso sí, lograr sin el más mínimo esfuerzo -y sin proponérmelo- que la gente crea lo contrario de mí, y me enorgullece de sobremanera. Siendo que la sinceridad es uno de mis defectos, poder engañar a todo el mundo tan fácilmente me regocija.

Ahh, pero hay algo de verdad en todo esto... retrocedamos al incicio del fin, a aquella época en la que empezó toda esta ridiculez... porque no siempre mis estupideces estuvieron escritas en este blog, no, en un principio mis estupideces eran más modestas...

Recuerdo uno de mis primeros cuentos... tenía cierta onda cyberpunk (aunque eso probablemente quedara sólo en la intención, no plasmado en el texto), mostraba una Buenos Aires apocalíptica, un emo suicida de narrador en primera persona, y había putas y drogas... todo rejuntado en menos de una carilla n5 escrita a mano... Yo no sé qué rayos tendría mi profesora de litaratura en la cabeza, pero me puso un 10 por ese engendro mutante.

Oh, Cecilia Eugenia María! No, no es el nombre de un personaje de telenovela centroamericana, es el nombre de mi profesora de lengua y literatura de primero y segundo año... jamás podría olvidarla... ¡La cantidad de pajas que le habrá dedicado el curso entero! (y me incluyo, claro, que no es cuestión de lavarse las manos... bueno, sí, después había que lavarse las manos...)

Si vamos a hacer alarde de sinceridad, habría que mencionar que no era para tanto... digo... era petisa y de cara, pues... sin ser fea, los exigentes(?) seguramente preferirían taparla con la almohada... y no era precisamente voluptuosa tampoco, simplemente propocionada... lo cual con un cuerpo chiquito no se puede decir que sea gran mérito tampoco... pero era la más joven del cuerpo docente, eso sí, y tenía una cinturita de avispa... igualmente, supongo que a esa edad las hormonas distorsionan la realidad... no, no lo supongo, es un hecho... y por todos los dioses ruego jamás descubrir la realidad, por más que la razón diga que no podía ser tan despampanante como existe en las memorias sus alumnos... mejor déjenme recordar esa imagen distorsionada, no me arruinen la ilusión...

Recuerdo que siempre llevaba polleras ajustadas, largas pero ajustadas, y le gustaba usar una camperita de jean que le levantaba el busto... también me contaron que una vez llevó una remerita con un estampado de Ranma(!) que al quedarle chica se le deformaba el dibujo, pero eso me lo perdí... La cuestión es que se sentaba en el escritorio (y por "en" quiero decir sobre el escritorio, no en la silla tras el...) y se cruzaba de piernas adoptando poses -consciente o inconscientemente- sexys...

Y yo sentado en primera fila. Entonces descubrí que me ecantaba la literatura.

¿Por qué me dedico a la programación, entonces? ¿Qué accidente o que mala coincidencia pudo evitar que me convierta en un exitoso escritor de best sellers? (digo, además del detalle de que mis escritos apesten). ¿¡Y por qué rayos al releer esto me imagino con la voz de Kyon de Suzumiya Haruhi o la del narrador de Kevin, creciendo con amor!? Me temo que todas estas apasionantes incertidumbres las dejaremos para otra ocasión...

Esta historia continuará...

1 comentario:

Lumberlog dijo...

Admiro el nivel de sinceridad que alcansaste en esto ultimos tiempos. Me doy cuenta que con el pasar de los años uno gana cierta sinceridad para expresarse, eso me gusta. Aunque también viene junto con una pérdida de la capacidad de asombrarse. Bue, me colgué con cualquiera.
Al menos a mí, me sigue gustando cómo escribís. Qué donde lo puedo ver? En tus posts. Aún puedo ver esa misma escencia tuya tan caraterística que veía hace mucho tiempo.
Por cierto, muy bueno lo de leer las preguntas retóricas con la voz de Kyon, te imagino tal cual, jajaja.