25.9.07

Cosplarg Camping Weekend

Este finde que pasó me fuí de compamento al Tigre con la gente de Cosplarg. La verdad que fue muy lindo. No dá ponerme a contar con lujo de detalles porque esto se convertiría en una sarta de comentarios internos que sólo entenderían los que fueron y a nadie más le interesaría, así que simplemente digamos que fue fabuloso desconectarse, alejándose de los rayos catódicos de la computadora, rodearse de verde (con un clima que increiblemente acompaño de maravillas) y pasarla bien con amigos.

Y ahora, para no perder la costumbre, fotos:


...y cambiando de tema completamente (porque no iba a crear otro post para esto), me hice un fotolog:

16.9.07

Me faltó pesimismo

El fin de semana pasado me dejaron plantado en Winter. Con un grupo de amigos ibamos a ir a patinar, ellos a la salida de un festival para japanófilos, yo directo porque a ese coso no le encuentro el chiste (y de cortado y contreras que soy). Pero tras esperarlos casi dos horas en la pista, ellos nunca llegaron.

¿Para qué escribo esto ahora, una semana luego de los hechos? ¿Para descargarme/putiarlos, acaso? No, claro que no, para eso ya fue la imagen del post anterior. Escribo esto aquí y ahora, una semana luego de los hechos (semana en la que me vi los 37 capítulos de Death Note, culpable de la imagen e indirectamente de este otro post también), para analizar algo que me molesta...

¿Qué me molesta? ¿Que me hayan plantado? No, bueno, sí, claro que es una situación de mierda, pero no es eso. Es más, en realidad, no sé si sea por la sangre fría que corre por mis venas, o por mi acostumbramiento a la soledad, pero la situación en sí practicamente no me molestó. ¿Qué me molestó entonces? Pues, por un lado, a mi costado de emo paranoico megalómano ciertamente podría haberle afectado el hecho de que cuando por fin pareciera me digno a intentar expandir mis amistades, siendo yo un solitario empedernido, me hagan esto, confirmándome que es mejor estar solo que mal acompañado y que ni debería haberlo intentado...

Pero no, no es eso tampoco lo que me inquieta. Es algo mucho más grave. Se trata de haberme defraudado a mi mismo: No fui lo suficientemente pesimista.

Así es, yo que soy frío y calculador, perseguido y desconfiado, justamente yo que creo firmemente en las Leyes de Murphy, yo... me dejé llevar por la buena onda y supuse que todo saldría bien, cometí el peor de lo errores, fui optimista. Una verguenza.

Mientras viajaba en el 141, por un momento se me cruzó por la cabeza: "¿y si no vienen...?", pero inmediatamente suprimí ese pensamiente, aludiéndolo a mi emo interior. No quise ver la realidad. Ese pensamiento no provenía de mi emo paranoico, provenía de mi subconsciente analítico, y todas las pistas estaban allí: Se había organizado todo apenas un día antes, se había ignorado la votación donde la mayoría prefería otra fecha, se obvió el hecho de que el Bazaa podía extender su duración, se anotaron relativamente pocas personas, y se expresaba mucha menos expectativa por la salida que cuando se origino la idea. Adicionalmente, eran sólo dos quienes asistirían directo al lugar contra el resto que estaría previemante reunido en el festival. Teniendo esto último en cuenta, si bien no había razones para considerar la cancelación como una posibilidad tan alta, las probabilidades de que esa decisión, de tomarse, se hicera en desdén de la minoría no presente (o sea yo) era democráticamente altísima.

Todo esto es evidente ahora, mirando hacia atrás, y también lo fue para mi subconsciente, que intentó alertarme con pensamientos negativos, pero lo ignoré en un patético afán optimisma, debido al deseo de concretar la salida. No fui lo suficientemente racional.

Claro, dirán, incluso previendo tal posibilidad, mucho no se hubiera podido hacer. Es verdad, incluso si yo no fuera en contra del mundo y sí tuviera un celular, éste sólo hubiera servido para putiar a distancia. Sin embargo, quizá me habría ahorrado $17 y 1h45m de espera absurda. Todo eso lo hubiera logrado de prever el escenario, y simplemente haciendo una llamada (no es necesario un celular, un simple teléfono público serviría) antes de mandarme directo a la pista al no verlos en la puerta (asumí, sin ninguna buena razón, que podrían estar ya adentro, lo cual si bien no es un razonamiento tan errado, sí lo es el haber actuado en base a él sin tomar en cuenta otras posibilidades).

Lo he decidido, dejaré de lado mi excentricidad y me conseguiré un celular. No es que de verdad piense que sea útil para evitar los problemas, en absoluto: las llamadas de celular simpre te avisan luego de que ya es inevitable. Pero cuando menos podría mandar a los pelotudos a la mierda al instante, y no en diferido. Y quiza -aunque aquí ya peco nuevamente de optimismo- hasta reducir parcialmente el tiempo perdido.

Tomar la decisión de adquirir un celular por estos motivos ciertamente me hará engendrar odio hacia el aparato endemoniado, pero eso es perfecto, pues así el artefacto -que de otra forma no tendría más utilidad que la de un teléfono movil sobrevaluado- se convertirá en un constante recordatorio de que no debo olvidar ser pesimista. Adicionalemente, y esto es lo mejor, ese mismo recuerdo me impedirá ganarle afecto, de modo que reduzco las posibilidades de convertirme en otro pelotudo de esos que se conoce todos los modelos y características de los telefonitos que salen al mercado, y que cree que no podría vivir sin uno. Gracias a esta herida podré ver a ese juguete fashion como lo que en verdad es, una simple herramienta, y ese desdén me ayudará a mantenerme racional.

Finalmente, esta experiencia negativa ha tenido su costado positivo: reforzar mi pesimismo. Aunque claro, esa es sólo la forma optimista de verlo.

13.9.07

Sin rencores!

Sé que de las poquísimas personas que visitan este blog, practicamente nadie va a entender el por qué de la imagen (y menos aun el título del post), pero no importa. Aunque el chiste sea pelotudo, no podía desperdiciar el dibujito que le hice hacer a Mauro, así que ahí está.

7.9.07

Piratas y Viciosos

Comenzaré con una mala noticia: He retomado mi vicio por el RO. Así es, tras un par de meses de semi-cordura, he vuelto a caer. Creo que ahora estoy un poco más distendido que durante el verano, cuando solía limar mal mal, pero igualmente mi vida va camino a consumirse en ese jueguito endemoniado. Ergo, si este blog ya se actualizaba poco, ahora probablemente tendrá aun menos actividad (bah, normalmente es tan poca que ni se va a notar).

En otro orden de cosas, el sábado pasado fui con la gente de Cosplarg a Porto Pirata, un bonito bar supuestamente temático donde, aunque dejara bastante que desear debido al mozo con alzheimer (a quien había que pedirle tres veces las cosas para que las traiga) y al hecho de no tener nada con qué entretenerse, pasamos un buen rato, seguido de una caminata por Florida y Lavalle, otro rato en los fichines, y finalmente un "desayuno" en McDonalds con capuchinos frapés. En esa última parte del tramo, junto a Mauro/Nova deliramos de lo lindo ideas para nuestro próximo proyecto artístico, concluyendo la jornada con un productivísimo brainstorm del cual -con algo de suerte- futuramente saldrá una historieta... o algo así...